HOMENAJE A DON AUGUSTO B. LEGUÍA

La Fundación “Augusto B. Leguía”, institución cultural sin fines de lucro pone a disposición de las personas interesadas esta Página Web como un homenaje a la personalidad del gran peruano que fue don Augusto B. Leguía.

Descendiente de un antiguo funcionario español del Perú virreinal llamado Eustaquio Leguía y Haro, Don Augusto Bernardino Leguía Salcedo fue un personaje importante de la Historia del Perú. Nacido en Lambayeque, en 1863, fue un gran hombre de negocios orientado principalmente a la exportación y a los seguros, habiendo sido fundador y representante de empresas y conocido en círculos bursátiles en Europa y Estados Unidos.

Su patriotismo se expresó desde muy temprana edad, ya que a los 18 años había participado (y herido) en la defensa de Lima, capital del Perú ante la invasión chilena durante la Guerra del Pacífico (1879-1884).


Leguía, prestigioso hombre de negocios internacionales, antes de ingresar a la política.


Siendo un hombre de fama y fortuna fue llamado por el Presidente Manuel Candamo (1902-1904) a dirigir el Ministerio de Hacienda (Economía) en momentos muy graves para la República y recibiendo una marcada oposición del Congreso de la época (de mayoría “civilista”) para la aprobación de sus proyectos.


Caricaturas del Presidente Leguía y su Gabinete, en la famosa Revista Mundial.


Posteriormente ejerció la Presidencia de la Republica del Perú entre 1908 a 1912 y 1919 a 1929.

En su primer gobierno de 1908 a 1912 aun habiendo sido promovido a la presidencia por el partido civilista para que siguiera levantando la economía del país como lo había logrado como Ministro; en todos los otros aspectos de su gobierno le aplicaron el Bloqueo Civilista entorpeciendo sus intentos de construir el ferrocarril al Ucayali, implantar la educación y hacer tramos de enlace a puntos distantes de País; sus debates oratorios en el Congreso comienzan a llamar la atención, pues por primera vez en la historia de la Republica, había un Presidente que se ocupaba del bienestar nacional.

Es desde este periodo presidencial de Leguía (silenciado en la historia) donde el país empieza a despertar de la inercia en que había quedado después de la Guerra del 79.

Al finalizar su gobierno entrega la Banda Presidencial a Billingurst y se retira a su vida de civil; cuando súbitamente, días después, un piquete armado irrumpe en su domicilio de la calle Pando y lo llevan detenido, enseñándole un papel firmado por el Presidente Billingurst, para ser deportado, lo que realizan en una corbeta llamada Pinguin a Panamá.

Habiéndose logrado que Billingurst firmara la deportación de Leguia, deponen también al Presidente Billingurst con un golpe militar y asume la presidencia el Coronel Oscar R. Benavides en 1913 hasta 1915, donde José Pardo asume nuevamente la presidencia hasta 1919.

En vista de todos estos acontecimientos y estando ausente del Perú Leguia, es cuando se forma el partido Legista en 1918, formando comités, en diferentes partes de la Republica y mediante continua correspondencia le piden a Leguía que vuelva y se presente como candidato para las elecciones que se efectuaran en 1919.
Leguía regresa al Perú en 1919, y, a pesar de haberse ordenado la supresión de transportes y paro de trenes, una gran muchedumbre que había ido a pie y por difíciles caminos es la que espera a Leguía a su arribo al Callao, donde desembarca en medio de grandes aclamaciones.

En las elecciones gana por abrumadora cantidad de votos, pero los del Partido Civil no lo quieren en el Poder; se anulan la elecciones, y quieren llamar a nuevas elecciones, pero el Leguía que ha sido deportado sin causa ni motivo alguno ya conoce de la arbitrariedad del Civilismo; así es que en la madrugada del 4 de Julio de 1919 y sin un solo disparo, se apersona con un grupo de seguidores, se hace un recuento de los votos y siendo Leguia el de la mayoría, asume la presidencia con estas palabras:

“La consideración de que es un deber ineludible que no se frustre el voto popular emitido ya, y que me ha elegido, me obliga a sumir la Jefatura Suprema de la Republica, como Presidente Provisional y declaro que ningún país puede subsistir con el antagonismo permanente entre los gobiernos y la Nación”


“Las Reformas de la Constitución que son indispensables y que tengo prometidas a la Nación desde1910, las hará el pueblo mismo, presentándole su sanción directa”

“Confío en que la voz de la Patria a la cual a pesarDe mi modestia yo represento en este momentoHistórico, hará que todo el País complete la obraQue ha comenzado, prestándole su concurso”

“Soy el Jefe de la Nación y no considero a ningún peruano adversario del Régimen de Honradez y Progreso que voy a fundar con el concurso de todos”


“Nada habrá que detenga al Perú en la marcha de sus dos grandes ideales: La Reforma de la Organización Interna y La Santa Reivindicación de sus Derechos”
(Refiriéndose a las provincias perdidas en la guerra de 1879).

El Presidente Leguía cumplió con todo lo que prometió en sus gobiernos, incluyendo la recuperación de Tacna y Tarata en 1929.


Homenaje al Presidente Leguía por el pueblo de Lima.

...Continua


“Yo he roto sin vacilar esta gran cadena que nos esclavizaba al pasado y he preferido la vida al dolor, la realidad a la utopía, para que el Perú irguiéndose sobre el surco de sus infortunios, se encamine valerosamente hacia el porvenir”
(Augusto B. Leguía 24 de mayo de 1929)